miércoles, 5 de junio de 2013

DE POSTERO ALTO A GÜEJAR SIERRA (SENDERO SULAYR)

POSTERO ALTO - GÜEJAR SIERRA

ETAPAS 17 Y 18 SENDERO SULAYR (38,5 KM)

Fecha: 1-6-13

El Sendero "Sulayr" es la transcripción árabe de la palabra latina "Mons Solaris" que viene a definirse como montaña del sol. Es un sendero de gran recorrido (GR-240) que rodea toda Sierra Nevada abarcando las provincias de Granada y Almeria. De unos 300 kilómetros de longitud, la etapa que vamos a realizar engloba dos tramos consecutivos con unos 38 kilómetros de longitud.

Entrando en materia, siempre he tenido una relación de amor y odio con Sierra Nevada. Algunas veces me ha resultado maravillosa y otras, en cambio, no tanto. Hay una gran diferencia en Sierra Nevada según la época del año y hay que saber valorarla en su justa medida. En invierno, la nieve la convierte en un codicioso trofeo para cualquier montañero. Los deshielos de la primavera la hacen única, con esos borreguiles y esas torrenteras desbocadas de agua fría procedentes de los inmensos neveros de las cumbres. En verano, la Sierra se convierte en un inmenso secarral a la espera de que un nuevo invierno la vuelva a cubrir con su manto blanco.
Partimos del Refugio del Postero Alto al cual se llega a través de una polvorienta pista que sube desde Jerez del Marquesado. Son casi 10 kilómetros de trayecto hasta el Refugio, donde los coches sufren los suyo y donde es tradicional que el mal estado de la pista o una cota de nieve bastante baja nos obligue a dejar el vehículo bastante alejados del mismo. 
Llegamos al Refugio a eso de las diez y media de la noche tras una larga peripecia con las luces apagandose en el horizonte.

 "Las sombras pronto llegarán al fondo de los valles. Arriba pronto reinará la soledad. Vientos, superficies lisas, tan solo piedras".

Siempre me ha gustado el ambiente de los refugios. Recuerdo los refugios pirenaicos de la Renclusa, de Goriz, el Angel Orus, etc; donde los montañeros hablaban de las excursiones, de las rutas pendientes, de mil y una historias. De esos mapas desplegados encima de la mesa donde se comentaban nuestros logros y se resolvían muchas dudas. Cuantas vivencias, cuantas anécdotas y cuantos sueños imposibles de cumplir.

Amanece en Sierra Nevada sobre el Picón de Jerez y el Alhorí.



Vistas hacia el otro lado, donde destaca la Sagra sobre el horizonte.


La ruta comienza del mismo refugio saliendo en dirección hacia el Alhorí por el cortafuegos, aunque rápidamente lo abandonaremos justo a la altura de unos postes indicativos que hay a nuestra derecha para meternos en el pinar.

El grupo de los elegidos, aunque nos falta Vicenta.


Vamos dejando atrás el Refugio aunque nos persigue la figura inquietante del hombre de negro que nos acompañaría durante la excursión.


A la altura de los postes nos desviamos a nuestra derecha. Vamos con los amigos del Club Montañero de Murcia y de su no menos conocido montañero Juan Carlos Garcia Gallego.



Nada más meternos en el pinar, la senda desciende en busca del cauce del Arroyo del Alhorí, justo a la altura de la Casa del Guarda, donde se encuentran los restos de una minicentral hidroeléctrica, de las muchas que estuvieron funcionando por esta zona.


Cruzando el Alhorí.


Enseguida comenzaremos el ascenso entre agradables prados, restos de algún cortijo y pinares de repoblación, hasta alcanzar la zona del Corral Nuevo donde tendremos vistas tanto del Postero Alto como de los pueblos del Marquesado de Zenete.

Vistas del Postero Alto.


Corral Nuevo.


En el Corral Nuevo se puede tomar el desvío para visitar las Chorreras Negras y los resto del avión americano que cayó en 1960 en esa zona.


Curiosa historia la de ese avión. Se trataba de un DC-4 norteamericano y todavía en Jerez del Marquesado, los más viejos recuerdan la aparición de dos figuras (el piloto y uno de los tripulantes) que habían bajado como habían podido para avisar que se habían estrellado. Como nadie los entendía, hicieron una figura de papel en forma de avión (que aún se conserva) y explicaron a los lugareños lo sucedido. Rápidamente organizaron una misión de rescate, y como pudieron, subieron para arriba para auxiliar a los heridos. Con gran esfuerzo y en medio de una ventisca de nieve, ya que era principios del mes de marzo, los fueron bajando a lomos de mulas a la zona de el Posterillo donde en vehículos ya pudieron trasladarlos al pueblo. Al poco tiempo, los americanos se hicieron con el control de la zona y no dejaron que nadie tocara el avión. No se sabe muy bien el porqué. Algunos dicen que se llevaron los motores, otros que la tecnología (recordemos que estábamos en plena guerra fria). El caso es que después de retirar lo más importante dejaron todo el fuselaje allí como "regalo" para el pueblo. Los habitantes los convirtieron en chatarra y gracias al dinero sacado por ello, pudieron poner el agua corriente en el pueblo y alguna que otra necesaria infraestructura.

Siguiendo con la excursión, una vez pasada la zona del Corral Nuevo, la senda empieza a dejar el límite de la repoblación para salir a una zona más expuesta entre piornal y pastizal de alta montaña, hasta llegar a una pista. Avanzaremos por ella unos trescientos metros hasta la zona conocida como Cerro de los Bolos, donde tomaremos el carril que directamente asciende sobre la extensa cuerda que baja del Picón de Jerez.



Ya estamos sobre la cota 2000 por lo que empiezan a aparecer los primeros neveros.


Una vez pasados estos primeros neveros la senda alcanza la nueva vertiente con vistas a la Dehesa del Camarate sobre la población de Lugros. Esta zona era una zona de cría de reses bravas. Según parece, el Parque Nacional ha comprado esta finca y, aunque todavía hay ganado pastando por la zona, ya no hay peligro de encontrarse con algún toro paseando por el monte.
La Dehesa del Camarate también es conocida por mantener un magnífico bosque autóctono de robles que en otoño alcanza su máxima expresión.


La senda desciende levemente para llegar a un carril que avanza rodeando la Dehesa del Camarate desde arriba, siempre pegados a una acequia.


Una vez hayamos cruzado el barranco de las Chorreras, hay que abandonar la pista por una vereda que nos sale a nuestra izquierda para ganar altura rápidamente y llegar a la Piedra de los Soldados donde ya tendremos vistas de todo el valle del río Maitena y de la loma de los Cuartos o loma del Papeles. Entramos ya en el termino municipal de Güejar Sierra.



Tras cruzar la valla que rodeaba la finca, entramos en la llamada Dehesa de las Hoyas donde seguimos sorteando imponentes neveros.


Ya se ven al fondo las nortés del Puntal de los Cuartos y de la Atalaya, que son la cabecera de los Lavaderos de la Reina.

"La reina añoraba las cumbres nevadas de su tierra natal. El rey mandó llenar toda la montaña de almendros y cada primavera se teñía de un blanco exuberante  toda la sierra.
- Señora, cumplidos están vuestros deseos.
Mientras, la preferida miraba satisfecha tras la celosía."

Leyenda de los Almendros en Flor.



Saltando el río Maitena, justo debajo de los Lavaderos de la Reina.



Desde el río Maitena comenzamos a ascender para llegar al Refugio de Peña Partida, donde alcanzaremos la cota más alta de la excursión (2475 m). Aquí hay que estar atentos a la senda y a las marcas del terreno ya que  el Refugio está "escondido" tras unas rocas y puede pasar desapercibido desde la dirección que llevamos.

Saltando ahora la acequia del Papeles.


Refugio de Peña Partida.


Desde el Refugio de Peña Partida cambiamos de nuevo de valle. Ahora estamos situados encima del Rio Vadillo. Justo enfrente de nosotros se nos aparecen nuevos tresmiles como El Veleta, el Cerro de los Machos, los Crestones de Rio seco y el Puntal de la Caldera. El más cercano es el Pico del Cuervo con la interminable loma del Calvario.


Desde el Refugio de Peña Partida iniciamos un fuerte descenso que en más de 1.500 metros de desnivel nos llevará hasta Güejar Sierra. La senda zigzagea en la pendiente para adentrarnos de nuevo en un bosque de repoblación junto al cauce del Rio Vadillo.





Puente sobre el arroyo del Vadillo.




Tras cruzar el arroyo, avanzaremos, sin perder ni ganar altura, hasta la Loma del Calvario, justo encima del Refugio de la Cucaracha.


Desde la Loma del Calvario tendremos las primeras vistas de los gigantes de la Sierra, La Alcazaba y el Mulhacen.

Que bonitas son las cumbres.
"La cima es la perspectiva ideal de la vida. Encierra belleza, poesía, misterio, mística. Desde la cima somos espiritú y ahí abajo, materia".



Refugio de la Cucaracha


A partir del Refugio, la bajada se hace más pronunciada. Estamos ahora en la famosa Cuesta de los Presidarios. Cuenta la leyenda que los presos condenados a galeras, eran conducidos encadenados al puerto de Almeria cruzando Sierra Nevada por este punto. No sé si será verdad, pero si así lo fuera, ya era suficiente condena atravesar la sierra en esas condiciones.


Puente de los Burros, sobre el río Genil.


Vereda de la Estrella.


La Vereda de la Estrella es la ruta más emblemática de Sierra Nevada. Preciosa, pero eternamente larga, sobretodo cuando se hace de bajada. La Vereda de la Estrella se construyó a finales del siglo XIX con objeto de dar salida a la pirita de cobre, la galena y la serpentina (que es una especie de mármol de color verde) extraídas de las minas de la cabecera del Genil. Estos minerales eran bajados a lomos de mulas hasta el final de la Vereda, justo en la confluencia con el Barranco de San Juan, donde se cargaban en vagones especiales en el famoso tranvía que los llevaba a Granada, y del que posteriormente hablaremos.
Hoy en día, la Vereda de la Estrella es un recorrido senderista, con innumerables bosques de arces, castaños, encinas y robles todos de repoblación que la hacen únicos por esta zona.

Castaño de la Vereda de la Estrella conocido como El Abuelo.


Una vez llegados al final de la Vereda y después de reponer fuerzas en el bar, continuamos camino de Güejar Sierra. Como el lado izquierdo del cauce estaba cortado, tuvimos que avanzar por la carretera que ocupa literalmente el antiguo trazado del tranvía que venía de Granada.
El tranvía fue inaugurado en 1925 cuyo precursor fue el Duque de San Pedro Galatino y llegaba sólo hasta el pueblo de Canales, hoy sumergido bajo el embalse del mismo nombre. Posteriormente se prolongó hasta la confluencia de los ríos Maitena y Genil, desde donde se subía al Hotel del Duque en coche de caballos. A partir de la Guerra Civil, la explotación minera y la compra de fincas por parte del Estado en la zona del Calvario y del San Juan para la repoblación forestal, hicieron necesario prolongar el tranvía hasta la confluencia del Barranco de San Juan. Incluso hubo un proyecto de prolongar el tranvía por toda la Vereda de la Estrella con un posterior enlace en teleférico hasta la zona de los Albergues.
Toda esta historia finalizó en el año 1974 cuando se produjo el cierre definitivo de la línea.


Después de esta incursión romántica por el pasado, seguimos con la excursión. El avance se hace ahora por asfalto, pasando por varios túneles y cambiando de vertientes por el río Genil varias veces hasta situarnos cerca de la confluencia entre el río Genil y el río Maitena. Aunque se puede seguir por la carretera en dirección a Güejar, a la altura del Restaurante Maitena abandonamos esta, para seguir por el antiguo trazado del tranvía, convertido ahora en una especie de paseo peatonal. Este tramo, que se hace pesado, nos hará llegar prácticamente hasta la cola del Embalse de Canales donde deberemos coger ya la carretera asfaltada, que en fuerte pendiente nos llevará al pueblo.



Vistas de Güejar Sierra desde el Cerro del Castillejo, donde se encuentran los restos de un antiguo castillo musulmán.






Distancia: 38,5 km.
Desnivel: 1.200 metros ascendentes, 2.000 metros descendentes (acumulados).
Duración: 11 horas.
Track: si.

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